Un ermitaña. Ese el tipo de vida que a veces creo que tengo. Yo jamás la desee, pero por alguna razón la tengo.
Siempre eh deseado salir, porque me gusta, pero, cada vez que intento salir a algún lugar, la gente se encarga de que me quede mas y mas adentro de mi sitio. Es como si hiciesen una pared de ladrillos y cada ocasión es un ladrillo más, que poco a poco tapa mi salida, dejándome completamente adentro y encerrada, cuando más ganas tengo de estar afuera y ser libre.